A través de estos espacios conseguimos efectos en el organismo en general, neuromotor, propioceptivo, emocional y emotivo. Mejoran la percepción de sí mismos y del esquema corporal en general, aumentan las posibilidades de respuesta motriz y sensorial, favorece su autoestima, la iniciación al pensamiento científico, la coordinación, el equilibrio, el control motor y los movimientos del cuerpo así como la relación con los otros y la socialización. La hidroterapia acompañada de música acuática contribuye a una mayor relajación, impulsa el desarrollo muscular, óseo, favorece el desarrollo emocional, las habilidades motoras gruesas y finas, favorece la respiración y la circulación sanguínea, facilita movimientos y además permite mayor rango en ellos.